ALEX FRANKA
El olor a lápiz de grafito y la goma de borrar roja traen recuerdos de la escuela primaria y secundaria; donde mordisqueaba de a poquito los dos extremos del lápiz cual fruta exótica, cuya escasez ameritaba comérsela de a poquito y disfrutarla al máximo. Aun conservo en el paladar el sabor aspero y la textura granulosa del borrador rojo.
El olor a tierra húmeda, recién regada por la lluvia me trae a la memoria el jardín de la casa de mis abuelos en la isla de Aruba, y seguidamente la imagen de mi abuela regando las plantas... recuerdo que los insectos de tierra salían de sus escondrijos a bailar bajo el agua como si fuesen chiquillos locos de placer en una orgía de chupetas y algodón de azúcar ¶
El olor a asfalto fresco me recuerda tambien a mi abuela en Aruba, los domingos de playa y pizza ¶
Hasta el día de hoy el sabor de la leche en polvo me recuerda a mi madre preparando la leche tibia para el café mañanero, el cual tomaría con avidez para terminar de despertarme antes de salir a la escuela. El sabor particular de la leche en polvo también me trae a la mente el mantel florido sobre la mesa de cuatro puestos, el plato frente a mi con la arepa rellena de jamón endiablado y el sonido de la radio emitiendo las noticias tempraneras ¶
Mås recientemente me he dado cuenta de que el olor a perro sin bañar me recuerdan no solamente el olor sino también el sabor y la textura del guajolote en salsa de mole negro que tuve un día en la ciudad de México. Quizás no fue guajolote lo que me sirvieron sino el hocico de un perro incauto que cayó en manos del chef, quien al verse privado de materia prima para manufacturar mi almuerzo tuvo que usarlo como ultimo recurso.
El olor a tierra húmeda, recién regada por la lluvia me trae a la memoria el jardín de la casa de mis abuelos en la isla de Aruba, y seguidamente la imagen de mi abuela regando las plantas... recuerdo que los insectos de tierra salían de sus escondrijos a bailar bajo el agua como si fuesen chiquillos locos de placer en una orgía de chupetas y algodón de azúcar ¶
El olor a asfalto fresco me recuerda tambien a mi abuela en Aruba, los domingos de playa y pizza ¶
Hasta el día de hoy el sabor de la leche en polvo me recuerda a mi madre preparando la leche tibia para el café mañanero, el cual tomaría con avidez para terminar de despertarme antes de salir a la escuela. El sabor particular de la leche en polvo también me trae a la mente el mantel florido sobre la mesa de cuatro puestos, el plato frente a mi con la arepa rellena de jamón endiablado y el sonido de la radio emitiendo las noticias tempraneras ¶
Mås recientemente me he dado cuenta de que el olor a perro sin bañar me recuerdan no solamente el olor sino también el sabor y la textura del guajolote en salsa de mole negro que tuve un día en la ciudad de México. Quizás no fue guajolote lo que me sirvieron sino el hocico de un perro incauto que cayó en manos del chef, quien al verse privado de materia prima para manufacturar mi almuerzo tuvo que usarlo como ultimo recurso.
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